El Papa ha recibido en audiencia a la Asociación Nacional de Trabajadores Ancianos italianos y les ha advertido de la relevancia de los ancianos.
“La Iglesia mira a las personas ancianas con afecto, gratitud y gran estima, como parte esencial de la comunidad cristiana y de la sociedad, pues representan las raíces y la memoria de un pueblo”.

Foto: ecclesia.pt
“Ustedes tienen la misión de dar testimonio de los valores que realmente importan y que permanecen para siempre”.
“Estamos llamados a trabajar para el desarrollo de la cultura de la vida, dando testimonio de que cada etapa de la existencia es un don de Dios y tiene una belleza e importancia propias, aunque esté marcada por la fragilidad”.
“Hemos de contrarrestar la cultura nociva del descarte, que margina a los ancianos considerándolos improductivos. Favorecer los lazos entre generaciones porque el futuro de un pueblo requiere el encuentro entre jóvenes y ancianos”.